La
apatía, desinterés y falta de solidaridad de los padres de la natación, que
solo reclaman cuando la realidad les toca a sus hijos me recuerda el poema
«¿Qué hubiera dicho Jesucristo?» que unos le atribuyen a Bertolt Brecht y otros
a Martin Niemöller:
“Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista; cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata; cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista; cuando vinieron a buscar a los judíos, no pronuncié palabra, porque yo no era judío; cuando finalmente vinieron a buscarme a mí, no había nadie más que pudiera protestar.”
L
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